Las estaciones de tren vietnamitas suelen consistir en poco más que una taquilla y una sala de espera que muchos viajeros europeos encontrarán bastante desnuda y básica en términos de comodidades (para los viajeros estadounidenses no será muy diferente de su estación media de Amtrak). Recientemente se ha implantado el wifi gratuito en la mayoría de las estaciones principales y los códigos QR de los billetes suelen escanearse directamente desde los smartphones, por lo que el proceso se está modernizando rápidamente.
Con la excepción de Hanói y Ciudad Ho Chi Minh, pocas estaciones tienen tiendas de alimentación o de conveniencia en su interior, pero debería poder encontrar cualquier cosa que necesite en la zona que rodea directamente a la estación. Los trenes sólo se detienen brevemente en la mayoría de las estaciones, por lo que las posibilidades de comprar artículos una vez a bordo serán limitadas. Es posible que el ferrocarril disponga de alimentos y bebidas a precios asequibles.